Meredith Grey y Olivia Benson, las dos gatas bautizadas en homenaje a Anatomía de Grey de Taylor Swift, son una parte muy importante en la vida de la cantante… pero también se han convertido en dos grandes compañeras de Calvin Harris, que les ha cogido cariño a fuerza de cuidarlas cuando Taylor estaba de gira. La pareja ha roto pero, ¿qué pasará con los animales? ¿podrá el DJ tener la tenencia compartida de las mascotas?
Una ruptura sentimental siempre es dolorosa pero aún se acentúa más si la pareja comparte alguna mascota, porque es signo de quizás nunca vuelva a ver a ese animalito que te ha hecho tan feliz. Ya pasó en el caso de Blanca Suárez, Miguel Ángel Silvestre y Pistacho, el perro que él le regaló a ella cuando eran pareja y que ella sigue cuidando en exclusividad.
Calvin Harris no quiere que a él le suceda lo mismo con los gatitos de Taylor Swift. Aunque ya no está con la cantante quiere seguir cuidando a Meredith Grey y Olivia Benson y espera que Taylor le conceda la tenencia compartida, un régimen parecido al que tienen los padres divorciados con hijos en común.
Cada día son más las parejas que acuden a los juzgados para resolver este tipo de disputas, y es que en la legislación española no existe una regulación específica en cuanto a la custodia de las mascotas en caso de divorcio o ruptura de pareja. “En nuestro Código Civil, a los animales domésticos se les considera bienes semovientes (capaz de moverse por sí mismo) adquiridos dentro del patrimonio común creado por la unión de dos personas o bien considerados propiedad exclusiva de una sola persona si fueron adquiridos de tal forma”, nos explica Luz Gómez Navarro, abogada y directora del departamento de Civil y Matrimonial en Casado Mena Abogados.
Pero los jueces españoles a han emitido dos sentencias al respecto. La primera fue en Extremadura y la segunda, más extensa, se produjo en Salamanca; el abogado Daniel Dorado consiguió que su cliente tuviera la tenencia compartida de un perro que, aunque figuraba a nombre de su ex novio, ella pudo demostrar que también era suyo. El juez dictaminó que el animal de compañía tendría que estar un mes con cada una de las partes.
“El problema surge cuando hay que demostrar de quién es. En el microchip sólo se puede poner un propietario y en la cartilla sí pueden figurar los dos, pero normalmente el que adquiere el animal es el que pone todos sus datos, aunque sea un regalo”, comenta Daniel Dorado, presidente de la sección animal de Colegio de Abogados de Madrid. “Si el juicio se lleva a cabo, ambas partes deben presentar pruebas de que son dueños de ese animal, más allá de lo que ponga en el microchip o la cartilla”.
Cuando hablamos de matrimonios que se acaban, la custodia del animal se puede dilucidar como un punto en un juicio de separación, al igual que otros puntos como los hijos o los bienes comprados por la pareja. Pero ni Blanca y Miguel Ángel, ni Taylor y Calvin estaban casado, por lo que en caso de que no se pongan de acuerdo hay que hacer un juicio concreto.
“Efectivamente en Estados Unidos, sobre todo en el estado de California, han aumentado considerablemente las disputas judiciales por la custodia de las mascotas”, indica Luz Gómez de Casado Mena Abogados. “Los jueces comienzan a ver a los animales domésticos no como un mueble más de la casa, sino como parte de la familia creada. Igualmente apelan previamente al acuerdo entre las partes para solucionar este conflicto. En comparación con España considero que existe mayor conciencia en el asunto que estamos tratando puesto que la población se ha quitado la vergüenza de reclamar judicialmente sus derechos sobre las mascotas en caso de ruptura, haciendo que la jurisprudencia vaya evolucionando de forma más favorable y protectora”.
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