Antonio Casado Mena es abogado y economista involucrado en temas sociales y culturales, como el Concurso Nacional de Saetas de Cartagena. «Siempre estoy haciendo cosas por Cartagena», asegura. Lo último ha sido escribir una guía para prevenir, evitar y solucionar el acoso escolar. Se le ocurrió cuando ejercía de letrado de la familia de Lucía, la menor que se quitó la vida en su casa de la pedanía murciana de Aljucer tras sufrirlo. El libro ‘Todos contra el bullying’ lo ha escrito con la abogada María Zabay, y colaboran el inspector jefe del Grupo de Delitos Tecnológicos de la Policía Nacional de Murcia, Carlos Walter; la psicóloga Fuensanta Cerezo; el educador de la Fiscalía de Menores Pedro Azorín; y el magistrado Rafael Romero, entre otros. Esta tarde, a las 19.30 horas, presentan el libro en el Colegio La Inmaculada (PP Franciscanos). La entrada es gratuita.

-¿Por qué ha escrito este libro?

-Hay casos que te trascienden como persona, como el de Lucía. Ahí vi un vacío normativo en el protocolo, porque los padres se empezaron a plantear si habían hecho lo correcto. Los padres no sabían si tenían que ir a Educación, a la Policía Nacional, a la Guardia Civil… Vi que la gente estaba perdida, así que se me ocurrió escribir un libro de autoayuda. En un tiempo récord, unos siete meses, sacamos el trabajo adelante.

-¿Cómo van las ventas?

-En apenas una semana fue número uno en ventas en Amazon, en el apartado de temas sensibles, acoso escolar y derecho público. Se colocó en el top de lo más vendido, con cinco estrellas de valoración. El juez de menores Emilio Calatayud también lo valoró muy positivamente.

-¿Qué consejos da para evitar el acoso escolar?

-Aquí se dan todas las píldoras, todos los consejos y todas las claves para detectar, evitar y solucionar el acoso escolar. La mayoría de los protocolos están enfocados a actuar cuando ya ha habido acoso. Lo correcto es que exista uno para que eso no suceda, del mismo modo que en las empresas hay uno de prevención de riesgos laborales. El libro es una guía para evitarlo desde muchos frentes, no solo en el colegio. Se puede lograr desde el propio centro y desde la familia, los amigos y los testigos cómplices, que lo ven y lo consienten. Si esa persona lo pone en conocimiento del profesor, se le puede poner solución. Se trata de tomar medidas.

-¿Qué tipo de acoso es el que más preocupa?

-Al final todo se reduce a la violencia, a los actos de desprecio y al hostigamiento. A mí el que más me preocupa es el ‘grooming’, el acoso a menores en la red. Lo peor es cuando una persona de 50 años se hace pasar por una de 14 para conseguir fotos, contactos e incluso intentar el secuestro. Este tipo de acoso es el que más denuncio. Pero gracias a este libro, que es muy motivador, tratamos de hacer ver que al final del túnel hay luz, que es posible superarlo. Para ello ponemos varios ejemplos de personas que lo sufrieron y ahora son estrellas, como futbolistas, cantantes y modelos; se han hecho más fuertes.

-¿Hay algún capítulo en concreto dirigido a los padres?

-Sí, hay una guía práctica para padres y educadores. Cada palabra de este libro está pensada, todo tiene un sentido. ¿Existen diferencias entre los niños y las niñas? ¿Qué tengo que hacer? ¿Voy a la Fiscalía o a la Guardia Civil? ¿Cómo me enfrento al problema? A esas preguntas tratamos de responder. Si los padres leen el libro, tienen que plantearse si sus hijos son víctimas o acosadores, y para eso damos las claves y los síntomas que lo detectan. Cuando un niño está cabizbajo, no habla del colegio, empieza a suspender, cambia de amigos, ya no va a los cumpleaños que iba antes, está triste… Ahí se enciende la alarma, y unos padres deben observarlas e ir descartando opciones. ¿Cómo se hace eso? Mirando el móvil, controlando sus perfiles en las redes sociales e incluso hablando con el tutor del colegio, con el resto de padres y con sus mejores amigos… Es indagar, y a veces con eso se soluciona. A lo mejor es tan fácil como hablar con los padres del acosador. Pero a la sociedad le gusta matar moscas a cañonazos e ir a la Guardia Civil directamente. Si hay que ir, ya se irá, pero todo paso a paso.