ra una vista para tomar declaración a los vecinos que denunciaron ante la Fiscalía la contaminación del Mar Menor a raíz de las escorrentías generadas en la zona sur de la laguna con motivo de las explotaciones agrícolas de las localidades ribereñas. Pero el representante de la Federación vecinal, Ángel Monedero, que estuvo declarando cerca de dos horas, añadió además los últimos episodios vividos en el arco sur de la laguna.

Y es que, según contó a su salida del Juzgado de Instrucción 2 de Cartagena, que instruye la causa, «cada vez que llueve de forma constante los arrastres de los campos acaban en el Mar Menor, como sucedió el pasado 24 de noviembre y como ha ocurrido en los últimos días», dijo Monedero, que acudió acompañado del abogado que representa a la Federación vecinal, Antonio Casado. De esta forma, el representante de los residentes argumentó ante la juez que instruye el caso, María Pascual, que el agua de los últimos días ha provocado la llegada de arcilla y nutrientes a la laguna. «Se trata de un episodio más generado por la reestructuración de los campos en 2012, que han generado canalizaciones que llevan el agua al Mar Menor, cuando antes quedaba en encañizadas y no acababa ni en las poblaciones», dijo Monedero.

En la vista, además de los citados, también estuvieron presentes la acusación particular, asistida por el letrado Eduardo Salazar, y una abogada de una de las empresas investigadas por los supuestos aportes al Mar Menor. Monedero explicó que la abogada dijo a la juez que la compañía, ANS Inversiones Mediterráneo, no debería estar en la causa, aunque los vecinos insistieron en que se trata de «una de las dos grandes empresas, junto a Juanjor, S. L., que tienen alquilada la mayoría de explotaciones agrícolas de la ribera sur del Mar Menor.

Obras paralizadas

Monedero fue más allá y criticó también las obras que se pusieron en marcha desde la Administración regional el pasado mes de septiembre para construir un tanque de tormentas de Islas Menores. Y es que, según el representante vecinal, «al tratarse de obras de urgencia, no se han llevado a cabo todos los estudios pormenorizados y ahora se han encontrado una capa de piedra a un metro y medio de profundidad que ha obligado a parar las obras desde noviembre».

Así, el declarante habló de las decisiones adoptadas en los últimos meses por el Gobierno autonómico y criticó «el carácter de urgencia que se supone tienen las medidas». Según Monedero, «hablan de urgencia, pero los trámites se alargan más de un año, cuando las medidas hay que adoptarlas ya». «Vivimos con miedo de que llegue el próximo temporal y vuelvan a acabar los arrastres en nuestras casas y, lo que es peor, en el Mar Menor, que se encuentra ya en unas condiciones que nos deben hacer a todos tomarnos estos asuntos más en serio», finalizó el representante vecinal.

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