Todos hemos oído que las normas ISO 9001 e ISO 14001 han cambiado, pero la cuestión es: ¿Cuáles han sido los principales cambios? Y más importante ¿qué tienen que hacer mi organización para adaptarte a esos cambios?
Tanto para la norma ISO 9001:2015 “Sistemas de Gestión de la Calidad” que sustituye a la anterior versión ISO 9001:2008, como para la norma ISO 14001:2015 “Sistemas de Gestión Ambiental” que sustituye a la versión anterior ISO 14001:2004, los cambios en los requisitos son muchos y profundos.
Esta última revisión de las norma ISO 9001 es una respuesta a los grandes cambios en la tecnología, la diversidad de negocios y el comercio mundial. En ella reconoce la creciente importancia del sector de servicios y su necesidad de una gestión de la calidad. También refleja los requerimientos de una mayor alineación e integración del Sistema de Gestión de Calidad con la dirección empresarial y estratégica de una organización, y hace que sea más fácil adoptar múltiples normas de gestión empresariales ISO como ser la ISO 14001.
La nueva versión combina el exitoso “enfoque basado en procesos” con un nuevo concepto básico de “pensamiento basado en el riesgo”. Este nuevo enfoque basado en el riesgo pretende evitar consecuencias no deseadas como productos y servicios no conformes.
En cuanto a la norma ISO 14001 ayuda a organizaciones a controlar los impactos que producen sus actividades en el medio ambiente, reducirlos o incluso eliminarlos.
El estándar hace que las empresas sean mucho más sostenibles, desarrollen tecnologías limpias, se especialicen en el manejo de todos los aspectos ambientales y cumplan con la legislación ambiental vigente.
Esta nueva versión se enfoca en hacer pensar a los empresarios en el ciclo de vida completo de sus productos, para asegurar que se proteja el medio ambiente desde el diseño de los mismos hasta su disposición final
Asimismo, la norma promueve también la implementación “proactiva de iniciativas para reducir los residuos, disminuir y controlar efectivamente la contaminación y gestionar los recursos de manera eficiente”.
No obstante a los anterior, no hay que tenerle miedo al cambio. Se ha planteado un amplio periodo de transición para que las organizaciones tengan tiempo de adaptarse a estos nuevos requisitos. Desde la fecha de publicación (Septiembre de 2015) se ha dado un plazo de tres años (Septiembre de 2018), esto quiere decir, que todas aquellas empresas con certificados en vigor, deben de estar adaptadas antes del 15 de septiembre de 2018 o su certificado perdería su validez.
Se han publicado numerosas guías para proceder a la adaptación de los nuevos requisitos, aunque la mejor opción siempre es contactar con consultores expertos en la materia que asesoren en este proceso de transición.
Fdo. Paloma Medina (Ingeniera Industrial por la Universidad Politécnica de Cartagena. Especialista en sistemas de calidad y organización de procesos con amplia experiencia en proyectos de certificación ISO. Auditora para Sistemas de Gestión de Calidad con Registro IRCA Nº 1195698.)